Chicago Indymedia : http://chicago.indymedia.org/archive
Chicago Indymedia

Commentary :: Children & Education

Ternura y socialización (Homenaje a Juan Rof Carballo).

¿Apoyo a las guarderías o mayor permiso de maternidad? Piaget, Rof y Erich Neumann, nos han ofrecido una clara respuesta. No entiendo porque Gay Belsky cuando le hacen esta pregunta, contesta: que decidan los padres.
Ternura y socialización (Homenaje a Juan Rof Carballo).
(En tiempos de guarderías y permisos de maternidad)
Publicado el “El Progreso” el día 23 de Noviembre de 2008.
Xoel Fernández de la Vega (Médico residente de Psiquiatría en el Xeral-Calde )

“Muchos ámbitos de la biología, de la medicina y de la antropología ha explorado Juan Rof Carballo para tomar conciencia de que, por razones psicobiológicas, el hombre es constitutivamente un diálogo con sus antepasados, un diálogo con el mundo histórico que lo recibe y un diálogo con el prójimo que le permitirá conocerse y reconocerse dentro de la sociedad” (“Presencia de Rof Carballo”-artículo de Celestino Fernández de la Vega publicado en “El Progreso” el 11-9-1969)
A grandes rasgos lo que nos viene a decir Rof Carballo en sus obras: “Violencia y Ternura” y “Urdimbre afectiva y enfermedad” es que la vida del individuo, de la especie humana, se teje sobre una urdimbre formada por unas complejas relaciones de causalidad recíproca. El que constituyamos en el tiempo, de manera armónica y sostenida nuestra urdimbre será radicalmente importante para evitar una evolución patológica de nuestra maduración personal.
Para Rof Carballo -pionero y promotor de la medicina psicosomática en el mundo- evocado por varias generaciones de psiquiatras, nacido en Lugo, esta urdimbre sobre la que tejemos nuestras vidas tiene una etapa primigenia, la básica y fundamental, y en la que la madre con la ternura juega un papel ordenador esencial, que denomina “urdimbre constitutiva”, que subsiste toda la vida hasta la muerte, potenciada o atenuada, matizando decisivamente otras dos etapas del desarrollo humano que le suceden. Una segunda fase en la que adoptamos las normas sociales de ordenación del mundo, ante todo valores y criterios morales y que denomina “urdimbre de orden”, y una tercera etapa que denomina “urdimbre de identidad”, en la cual el individuo confrontará la imagen que de sí mismo se forma, con la que de él se hacen los demás, tomando conciencia de sí mismo, esto es, de ser una persona única y peculiar dentro de un contexto social.
Sobre las tres urdimbres están actuando los “factores hereditarios”, pero no todos ellos se presentan ya desde el nacimiento. Las pautas heredadas se expresan en la urdimbre a través de nuestra vida, y hoy sabemos también que no sólo la genética se expresa en el ambiente sino que el ambiente también influye en la genética, generando no sólo mutaciones a lo largo de la evolución de la especie, sino también provocando modificaciones a lo largo de nuestra propia historia, y debido todo ello a las interacciones que se producen entre los propios genes en función del tipo de ambiente en el que nos desarrollemos.
En el primer tránsito de la “urdimbre constitutiva” a la “urdimbre de orden”, se produce la angustia de la separación, determinada por el alejamiento del niño de la madre, angustia de enorme importancia en la clínica humana como lo demuestra no sólo el psicoanálisis de la neurosis, sino también la experiencia psicosomática, por ello es importante que los brotes de separación se desarrollen con sosiego, no precipitando al niño a la “urdimbre de orden”, menos cercana, distinta e inapropiada para ese momento.
Para Juan Rof Carballo, una urdimbre primera deficitaria va a perturbar el corazón de la personalidad, y matiza en “Violencia y Ternura”: una madre debe dar la ternura suficiente para que la inevitable -angustia de la separación- no sea violentadora, enquistadora del desarrollo personal. Una ternura que en dosis moderadas y en la etapa adecuada facilita el desarrollo personal, un Yo fuerte. Si por el contrario, la ternura no ha abrigado lo suficiente el desarrollo primigenio del niño, y en su lugar se le entrega precipitadamente a la segunda fase: la del “urdimbre de orden “, se constituirá la base para la formación posterior de un Super-yo negativo, amputador de unas posibilidades que ya nunca se vivirán. Un Yo maduro o robusto es la condición previa de un sí mismo coherente”.
En un reciente estudio sobre cuidado infantil el psicólogo norteamericano Gay Belsky, entre otras conclusiones, llega a las siguientes: “Los niños son más agresivos y más desobedientes cuanto más tiempo pasen en las guarderías”. “La mitad de los niños norteamericanos pasan treinta horas a la semana lejos de sus padres el primer año de su vida”.
En Suecia, los permisos de maternidad son de 96 semanas, en Inglaterra cuya ampliación es inminente es de 40 semanas, en Singapur de 8 semanas. En España son de 16 semanas, y además se le da la posibilidad al padre de compartir el permiso con la madre. Un padre que carece de un rol relevante en esta primera etapa.
La sociedad y los gobiernos en general están propiciando, quizá de manera inconsciente, esta precipitación de la que hablamos, y que terminará comprometiendo la futura salud mental de quienes continúen la especie humana, favoreciendo el desarrollo de trastornos de la personalidad polimorfos.
Piaget postula a la madre como “generadora de la seguridad necesaria para el desarrollo de un mundo emocional individual”.
Erich Neumann, discípulo de Jung considera que este proceso de socialización prematura en la vida del niño, violenta la personalidad infantil, lo sume en una situación de inseguridad, y lo hace sentirse culpable y obsesivo, al no ser capaz de satisfacer sus exigencias
¿Apoyo a las guarderías o mayor permiso de maternidad? Piaget, Rof y Erich Neumann, nos han ofrecido una clara respuesta. No entiendo porque Gay Belsky cuando le hacen esta pregunta, contesta: que decidan los padres.
 
 

Donate

Views

Account Login

Media Centers

 

This site made manifest by dadaIMC software