Dentro de unos pocos días serán las elecciones USA. Si el resultado de las votaciones es Barack Obama puede ser un momento de cambio y de esperanza (y no será fácil porque el candidato deberá rodearse de economistas y pensadores que no procedan del mundo financiero muy contaminado de dogmas falsos). Será el momento de restaurar los valores de humanidad y eficacia económica más elementales a la vez que se abandonan una serie de prejuicios y, repito, dogmas falsos entorno a una supuesta y falsa “libertad de mercado”. Podremos aprovechar esta bancarrota de la globalización y del capitalismo salvaje y parásito para renovar y consolidar los principios verdaderos de libertad y democracia (que nada tienen que ver con los falsos dogmas de la globalización neoliberal). Con Barack Obama y un liderazgo firme e inteligente el mundo del trabajo y la empresa recobrarán en poco tiempo su vitalidad donde no será un sistema financiero parásito y globalizado apátrida el que se lleve la mayor parte de los beneficios sin aportar nada válido. Barack Obama para USA representa la oportunidad de que el pueblo USA recupere el bienestar robado a la vez que los mejores y verdaderos valores de libertad y democracia que inspiran el hoy arruinado “sueño americano”.

No se si el pueblo USA se da cuenta de la gravedad del momento y de la inmensa necesidad de hacer frente a quienes en los últimos años han creado toda una serie de “modelos expropiatorios” de riqueza y bienestar para la mayoría a la vez que corrompían e inutilizaban el control social, político, estatal, económico y mediático y la pluralidad de nuestra sociedad, monopolizando todo los resortes del “poder”. Este crash de la globalización y del modelo financiero-especulativo que la sustenta puede ser una gran oportunidad para cambiar, renovarnos e inaugurar décadas de verdadero progreso y bienestar colectivo por todo el planeta (y no global-monopolizado por unos pocos) o puede servir para inutilizarnos y someternos todavía más y preparar un crash mayor. La alternativa es cambiar renovándonos profundamente o muerte. Muerte es lo que representa McCain, un pobre señor que no se da cuenta de la desesperación e inmoralidad de los grandes lobby sectarios que apoyan su campaña (que si no nos mantenemos firmes contra ellos serán capaces de cualquier cosa). Es patético ver como Homer-McCain (lo llamo así para subrayar su incapacidad manifiesta) repite una y otra vez un engaño tan evidente como que “hay que bajar los impuestos a todo el mundo” cuando es evidente que lo que pretende es “liberar de responsabilidades” a quienes han robado o se han beneficiado en demasía de toda esta ruina generalizada de nuestras economías y servicios sociales que es la única conclusión válida después de décadas de falso y destructivo crecimiento.

En Mallorca recientemente hemos tenido aportaciones para el cambio de Satish Kumar y Vandama Shiva que no oiremos en la inútil convocatoria que prepara Sarkozy u Bush. “Aunque parezca que uno solo no puede hacer nada contra [“los dogmas de la globalización” del “Gran Imperio”] sería tan sencillo como volver al consumo local. Si Gadhi fuera el asesor económico de Mallorca pediría proteger la producción local” Satish Kumar, fundador de Schumacher College de Londres y que presentó un documental al respecto producido por la BBC. Y también la gran Vandama Shiva que dio una lección magistral a la neoliberal ministra de I+D del gobierno de Rodríguez Zapatero: “Las multinacionales agrícolas se centran en la sobreexplotación de los recursos naturales mediante sistemas que empobrecen a la sociedad. Actualmente, hay cinco grandes empresas que controlan en exclusiva el mercado de semillas y cinco grandes firmas que hacen lo propio con el de alimentos. Eso es dictadura” / “El gran reto de nuestro tiempo es recuperar nuestras propias capacidades. Debemos usar nuestras manos para crear lo que nos haga falta”. Y ambos concluyeron: “No hay que olvidar que la mayoría de los problemas que tenemos los han creado personas [corruptas], aparentemente, muy inteligentes. Saber mucho no significa actuar de la manera correcta” (Como veis la solución de esta crisis no se centra en preocuparnos de un “mercado de capitales” obsoleto y desfasado y centrarnos en crear las bases de una nueva economía productiva y eficiente que cumpla con los más elementales valores de decencia y humanidad que defienden personas admirables y admiradas como Satish Kumar y Vandama Shiva. Es evidente por tanto que lo que pretende Sarkozy de “refundar el capitalismo” no es más que una tontería de disminuidos mentales como el actual presidente francés, lo que hay es que reinstaurar los valores más elementales de humanidad y decencia y ello solo es posible si se fiscalizan y controlan los dineros apátridas globalizados y se protegen y apoyan las economías locales a través de un proteccionismo inteligente con fronteras que protegen a las empresas y que permitan una economía más estable.

Antes de las elecciones USA ojalá llegue mi texto a gente de Florida y Texas. Me gustaría al menos conseguir 2 votos para Barack Obama en estos dos estados.

FLORIDA para BARACK OBAMA. Me fijaré mucho que hace la comunidad cubanoamericana. Les pido que no hagan, una vez más, el ridículo votando por Homer-McCain. Barack Obama es el presidente USA que ayudará al pueblo cubano a superar los traumas de las últimas década. En Cuba se tiene que dar un proceso de reconciliación, como se ha dado en España y en Chile, respetando una transición desde la propia “revolución castrista” que conserve algunas aportaciones válidas entorno a la formación especializada (médicos por ejemplo) y el trabajo social-cooperativo. En Cuba si sus dirigentes son capaces de forzar una reconciliación, entre todos los cubanos entorno a una Revolución mejorada, se puede producir una mutación hacia precisamente una sociedad democrática (nadie, como en Venezuela, irá a la cárcel por delitos de opinión, reunión o manifestación), cooperativa y no estatalizada. En este nuevo contexto post-castrista (que nada tiene que ver con las idioteces de la derecha anticastrista del exilio) los cubanos recobraran la fuerza que les ha hecho sobrevivir la tragedia de los últimos años dentro y fuera de Cuba y un liderazgo en toda Latinoamérica. Si la gran idea de Raúl Castro es convertirse en satélite de la China comunista-capitalista (creada por conspiradores liderados por Henry Kissinger y la ahora arruinada banca de estafadores-negocios de Wall Street) entonces Raúl Castro es tan ridículo como la derecha anticastrista de Miami. El pueblo cubano (incluido el exilio) no se merece este tipo de obcecaciones dogmáticas y Barack Obama si milagrosamente (pero muy trabajada y meritoriamente) llega a ser presidente USA podrá ayudar mucho en este proceso de cambio. Porque es evidente que al igual que la sociedad USA en su conjunto (y por extensión la sociedad mundial) el pueblo cubano se encuentra ante la disyuntiva de CAMBIO o MUERTE.

Repito: espero que los cubano-americanos voten masivamente por Barack Obama como se espera hagan miles de usa-americanos inteligentes, patriotas y buenos y eficientes trabajadores y empresarios. No hay más que ver los altos intereses que pagan en sus tarjetas de crédito y deudas mil todos los usa-americanos mientras cada vez se les regala más dinero (cientos de miles de millones) a los grandes de la banca, los seguros corrompidos y a los cocainómanos de Wall Street... para darse cuenta que es necesario un cambio importante en toda esta degenerada situación... que cada vez produce más y más paro y ruina de todos los tejidos empresariales... Si alguien dice que esta situación se soluciona bajando los impuestos y que otra cosa es “socialismo” es que, como Homer-McCain, es idiota.

Hay otras razones más para los cubano-americanos voten masivamente por Barack Obama: por solidaridad con el pueblo y la sociedad USA a la que tanto deben, y porque los latinos, muchos latinos, somos en USA mucho más negros (por marginados) que los negros.

TEXAS para BARACK OBAMA. Este es mi sueño más difícil, quizás. Pero he visto en Google el vídeo EndGame-Blueprint for Global Enslavement que habla de los negocios expropiatorios de los que han montado esta estafa globalizada y también de un caso concreto en Texas con la concesión de los derechos de una superautopista a una concesionaria “española” (lo pongo entre comillas claro ya que todos estos negocios son absolutamente apátridas y nada tienen que ver con el pueblo español), los tejanos se han movilizado en contra de estas autopistas de peaje porque saben que estos peajes garantizan un negocio multimillonario a costa de su bienestar en donde además les han expropiado tierras a precios ridículos. El documental comete errores como considerar que la Unión europea es “solo” un proyecto de las “sectas dominantes” lo cual es fálso aunque muchas de esas sectas así lo piensan y medidas como la semana de 60 horas indica que dentro de la comisión europea la ideología dominante es la patrocinada por los “goldman sachs”...

La derecha USA que ve claro la conspiración que hay detrás de tantos negocios desorbitados de especuladores, parásitos y grandes burócratas como Kissinguer, etc deben darse cuenta que entorno a Barack Obama se pueden recuperar los mejores valores del pueblo USA y volver a contagiar de esos valores a todo el Mundo (ejercer un liderazgo positivo que claro no será ni militar, ni impuesto y muy diferente a lo que fue la Guerra fría). Evidentemente Barack Obama es un candidato que ha recibido apoyos de muchos sitios y tiene muchos amigos (no hubiera sido posible su candidatura sin ello) pero a través de internet ha logrado labrarse un apoyo ciudadano que a través de pequeñas aportaciones le permite una cierta independencia de los grandes lobby que nadie hasta ahora han tenido. Esto significa una gran oportunidad y un indicio muy esperanzador de lo que puede ser la democracia en este siglo 21 donde las minorías sectarias no puedan controlar el poder como lo han hecho a través de la historia... Esto no es “socialismo” señora-florero PALÍN esto es democracia y libertad, el más permanente sueño de la sociedad USA en toda su existencia... Y posible gracias al desarrollo de Internet y su concepción libertaria y cooperativa con la que fue creada a pesar de ser financiada por los más degenerados conspiradores de Wall Street...

Finalmente espero que en Texas todo el mundo se movilice a favor de la oportunidad de cambio constructivo que representa Barack Obama. En USA no hay dinero para impedir que los puentes se caigan (lo hemos visto hace unos meses), no hay dinero para financiar un sistema eficiente de sanidad que tienen países “pobres” como España, y todas las medidas que Bush y McCain tienen en mente contra la bancarrota de los financieros de la Globalización no están destinadas a favorecer a la mayoría sino solo a apuntalar (aunque sea con cientos de miles de millones) los intereses de quienes han provocado toda esta destrucción y ruina... Yo apuesto porque TEXAS sea para Barack Obama y que tampoco hagan el ridículo con Homer-McCain, y que el candidato demócrata por su discurso y proyecto de unidad y valentía sea capaz de movilizar el voto record en la mayoría de los estados de la unión USA.

Finalmente aporto en inglés el discurso de Mark Warner de Virginia que para mí fue el mejor discurso de la convención demócrata. Mark Warner es un empresario y criticó antes del crash a la actual economía falsa e inadecuadamente globalizada como nadie en Europa hace. Espero que ello convenza y llene de esperanza a cualquier indeciso en Texas.

Barack Obama, el candidato demócrata, puede obtener, y ojalá lo consiga, una cifra record de votos en la mayoría de los estados USA. Ello será el mejor apoyo que necesita para afrontar los cambios y también la mejor forma de exigirle el cumplimiento de sus más importantes compromisos.

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Mark Warner, Virginia: We know that these new times demand new thinking

I think we are blessed to be Americans. But with that blessing comes an obligation to our neighbors and our common good.

If [USA-Wall Street] can send a job to Bangalore, India, you sure as heck can send one to Danville, Virginia and Flint, Michigan and Scranton, Pennsylvania and Peoria, Illinois

In a global economy, you shouldn’t have to leave your home town to find a world-class job.

My fellow Democrats, my fellow Americans, the most important contest of our generation has begun. Not the campaign for the presidency, not the campaign for Congress, but the race for the future.

And I believe from the bottom of my heart with the right vision, the right leadership, and the energy and creativity of the American people, there is no nation that we can’t out-hustle or out-compete, and no American need be left out or left behind.

Yes, the race for the future is on, and it won’t be won if only some Americans are in the running. It won’t be won with yesterday’s ideas and yesterday’s divisions. And it won’t be won with a president who is stuck in the past. We need a president who understands the world today, the future we seek and the change we need. We need Barack Obama as the next President of the United States.

Now, I have a unique perspective on this race for the future. Like many of you, I was the first in my family to graduate from college. It was made possible by supportive parents, good public schools, and since my folks didn’t have the resources, thank goodness for the student loan program. After I graduated law school, it didn’t take long to realize that America really wouldn’t miss me as a lawyer.

So I started a business. My first company failed in six weeks. My next one was much more successful. It failed in six months. And then a buddy of mine told me that there was this new idea—this thing called “car telephones”—“cell phones.”

Friends told me, “Warner, get a real job. No one’s going to want a phone in their car.” But I saw a different future. And with luck and a lot of hard work, I got in on the ground floor of the cell phone industry.

There’s only one country in the world where I could have received that education. Where I could have been given not just one chance, or two, but three, and where I could have succeeded—and that’s this country: USA.

At our best, it’s not your lineage or last name that matters. It’s not where you come from that counts, it’s where you want to go. In America, everyone should get a fair shot. Barack Obama understands this, because he’s lived it. And Barack Obama is running to restore that fair shot for every American.

When we look around today, we see that for too many Americans that fair shot is becoming more of a long shot. How many kids have the grades to go to college, but not the money? How many families thought their home would always be their safest investment? How many of our soldiers come back from their second or third tour of duty, wondering if the education and health care benefits they were promised will actually be there? Two wars, a warming planet, an energy policy that says let’s borrow money from China to buy oil from countries that don’t like us. How many people look at these things and wonder what the future holds for them?

Their children? Their country? How many? In George Bush and John McCain’s America, far too many.

Let’s be fair, some of these challenges were inevitable. But all of them are more severe, more immediate and more threatening, because of the misguided policies and outdated thinking of this administration.

People always ask me, “What’s my biggest criticism of President Bush?” I’m sure you all have your own. Here’s mine—it’s not just the policy differences, it’s the fact that this president never tapped into our greatest resource: the character and resolve of the American people. He never asked us to step up.

Think about it: after September 11th, if there was a call from the president to get us off foreign oil to stop funding the very terrorists who had just attacked us, every American would have said, “how can I do my part?” This administration failed to believe in what we can achieve as a nation, when all of us work together.

John McCain promises more of the same—a plan that would explode the deficit that will be passed on to our kids. No real strategy to invest in our crumbling infrastructure. And he would continue spending $10 billion a month in Iraq.

I don’t know about you, but that’s just not right. That’s four more years that we just can’t afford.

Barack Obama has a different vision—and a different plan. Right now, at this critical moment in our history, we have one shot to get it right. And the status quo just won’t cut it.
Now let me tell you, if you think there’ve been dramatic changes in the world and technology over the last 10 years, you ain’t seen nothing yet. The race is on, and if you watched the Olympics, you know China’s going for the gold.

You know, America has never been afraid of the future, and we shouldn’t start now. If we choose the right path, every one of these challenges is also an opportunity. Look at energy: if we actually got ourselves off foreign oil, we can make our country safer. We’ll start to solve global warming, and with the right policies, within 24 months, we’ll be building 100 mile-per-gallon plug-in hybrid vehicles right here, with American technology and with American workers.

Look at health care: if we bring down costs and cover everyone, not only will America be healthier, we’ll be more competitive in the global economy. Just think about this: in six months we will have an administration that actually believes in science, and then we can again lead the world in life-saving and life-changing cures.

Look at education: if we recruit an army of new teachers and actually give our schools the resources to meet our highest standards, not only will every child in America get a fair shot, the American economy will get a shot in the arm. Whether they want to be an engineer or an electrician, every kid will be trained for the jobs of the 21st century.

Or look at America’s standing in the world: if we rebuild our military and rebuild our alliances, we can rally the world to defeat terrorism and restore America’s leadership. Which candidate understands these opportunities, and which candidate knows we don’t have another four years to waste? Barack Obama.

And Barack Obama knows this too: we need leaders who see our common ground as sacred ground. We need leaders who will appeal to us not as Republicans or Democrats, but first and foremost as [US]Americans.

You know, I spent 20 years in business. If you ran a company whose only strategy was to tear down the competition, it wouldn’t last long. So why is this wisdom so hard to find in Washington? I know we’re at the Democratic convention, but if an idea works, it really doesn’t matter if it has an “R” or a “D” next to it.

Because this election isn’t about liberal vs. conservative. It’s not about left vs. right. It’s about the future vs. the past. In this election, at this moment, in our history, we know what the problems are. We know that at this critical juncture we have only one shot to get it right. And we know that these new times demand new thinking.

We believe in success. We believe that everyone should have an opportunity to get ahead, and with success comes a responsibility to make sure others can follow. I think we are blessed to be Americans. But with that blessing comes an obligation to our neighbors and our common good.

So you give every child the tools they need to succeed. That means quality schools, access to health care, safe neighborhoods. Not just because it’s the right thing to do, of course it is; but because if those kids do better, we all do better. You can be soft-hearted or hard-headed—both are going to lead you to the same place. We’re all in this together. That’s what this party believes. That’s what this nation believes. That’s what Barack Obama and Joe Biden believe.

And we can do it, sure we can. When I became governor, this is what Virginia faced: a massive budget shortfall, an economy that wasn’t moving, gridlock in the capital. Sound familiar? So what did we do? Working together, a Democratic governor, with a two-to-one Republican legislature, and a whole lot of good folks who didn’t see themselves as either Democrats or Republicans but as Virginians, we closed the budget gap, and Virginia was named the best managed state in the nation.

We made record investments in education and in job training. We got 98 percent of our eligible kids enrolled in our children’s health care program. We delivered broadband to the most remote areas of our state; because, if you can send a job to Bangalore, India, you sure as heck can send one to Danville, Virginia and Flint, Michigan and Scranton, Pennsylvania and Peoria, Illinois. In a global economy, you shouldn’t have to leave your home town to find a world-class job.

Let me tell you about a place called Lebanon—Lebanon, Virginia. Lebanon is in the coalfields of southwest Virginia, and everyone in that whole town could fit right here on the convention floor. Lebanon is like many small towns in America. It has seen the industries that sustained it downsized, outsourced, or shut down. Now, some folks look at towns like Lebanon and say, “Tough luck. In the global economy, you’ve lost.”

But we believed that we shouldn’t—and couldn’t—give up on our small towns and expect the rest of the state to prosper. And that’s what brought me, towards the end of my term, to the high school gym in Lebanon to announce that we were going to bring over 300 high-tech jobs, jobs that paid twice the county average.

One student told a reporter from The Washington Post that before this, he always thought he’d have to move away to get a good job and raise a family. I just heard from this young man, Michael Kisor. Today, he is a junior at Virginia Tech. His older brother just moved back home to Lebanon because there was an information-technology job open for him, that was just too good to pass up.

That’s a story worth rewriting all across America. With the right leadership, we can once again achieve a standard of living that is improved—and not diminished—in each generation. We can once again make America a beacon for science and technology and discovery.
Ladies and gentlemen, we know how to do it. The American people are ready. And Barack Obama and Joe Biden will get it done.

As governor of Virginia, it was humbling to occupy a position that was once held by Thomas Jefferson. Almost as daunting as delivering the keynote speech four years after Barack Obama or speaking before Hillary Clinton.

Towards the end of his life, Thomas Jefferson, the founder of our party, wrote one of his frequent letters to his old rival, John Adams. He complained about the aches of getting old, but what was on his mind was what life would be like for the next generation of Americans. As Jefferson was ready to go to sleep, he closed his letter by writing, “I like the dreams of the future better than the history of the past.”

Jefferson got it right at the dawn of the 19th century, and it’s our challenge to get it right at the dawn of the 21st. This race is all about the future. That’s why we must elect Barack Obama as our next president. Because the race for the future will be won when old partisanship gives way to new ideas, when we put solutions over stalemates, and when hope replaces fear.

Tonight, looking out at all of you and with a deep faith in the character and resolve of the American people, I am more confident than ever that we will win that race and make the future ours.

Thank you. God bless you, and God bless the United States of America. Mark Warner, VirginiaTuesday, el 26 de agosto de 2008 a 07:25 PM,
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Gob bless us-americans. Que Dios nos bendiga a todos. En noviembre nuestro tema serán las medidas para reformar la economía y potenciar la economía productiva y el empleo. afc euroimmersion.com 25Oct8