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Puerto Rico: ALCA nuestro de cada día

ALCA nuestro de cada día

Recientemente salió reseñado, en una de esas publicaciones faranduleras choretas que están de moda, un artículo arreglao' para que los empresarios del patio se curaran en salud promoviendo la sede permanente del secretariado del
ALCA en San Juan
, por ser un país 'neutral' y víctima real del tratado de libre comercio más antiguo del hemisferio, el ALCA nuestro de cada día.

No es de asombrarse de la demagogia chantajista a la que estamos acostumbrados en la cotidiana colonia por parte de politiquillos y empresarios, pero los propulsores de San Juan ALCA 2005 hablan a nombre del pueblo, a espaldas del trabajador puertorriqueño, sin consultar los que sobreviven tratados amañados, impulsando solo sus agendas económicas. Resulta, para añadir al panorama, que callaítos se nos han metido mil delegados en la Isla para las reuniones del TLC Andino-ALCA que sesionará entre el baile, la botella y la baraja, acordando en los predios del a to' jendel Hotel Conquistador en Fajardo el futuro de Nuestra América.

Estos viejos planes de militarización y recolonización político-económica del continente pretenden mantener los movimientos sociales latinoamericanos y caribeños observando desde las gradas. No obstante, la resistencia popular que han enfrentado estos intentos de sometimiento, robo y dominación de nuestros pueblos ha tirado por la borda los planes concebidos inicialmente en algún lugar obscuro, o alumbrado, de Washington, nunca sabremos. Hoy nos vienen con lo mismo pero adornado, amistoso, mismo perro rabioso multinacional, distinto collar.

Y como es de esperar, a los que andan aguzaos, tendrán que escuchar.

Con firme convicción, estas palabras la suscribirán los sobrevivientes del Puerto Rico secuestrado, la Isla de los obreros y mendigos.

Señores y señoras ministros, representantes de los pueblos de Nuestra América.

El pueblo puertorriqueño, organizaciones sociales, sindicales, comunitarias, y estudiantiles unidos en hermandad y solidaridad con los pueblos del mundo en lucha contra la desigualdad, rechazamos de plano cualquier intento de acordar en cuartos obscuros el futuro económico de nuestros pueblos en beneficio de un puñado de empresas y ciudadanos pertenecientes a la minoría económicamente poderosa.

A nombre, y sin miedo, de los trabajadores que conocen de primera mano los estragos asfixiantes de las imposiciones del poder económico les advertimos por este medio que nos oponemos y no permitiremos el establecimiento del Secretariado permanente del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), en nuestra ciudad capital, San Juan. Esta exhortación proviene de los más profundos deseos de sectores de la sociedad global y puertorriqueña comprometidos en construir una sociedad justa, libre y democrática, no de ningún grupo empresarial, autoridades gubernamentales, ni empresas multinacionales. Proviene de los que hemos sufrido en carne propia los estragos, y el desplazamiento del tratado de libre comercio más antiguo del hemisferio el cual no se debe implementar nunca más en ningún país hermano.

En las últimas décadas nuestro pueblo a vivido el apoderamiento sistemático y agresivo de empresas multinacionles en todo el país desplazando trabajadores y pequeños comerciantes, reclutando en sus espacios mano de obra cuyos sueldos son míseros, en condiciones de trabajo cada vez más difíciles y desarticulando cualquier gestión de organización obrera o cooperativas, pasando inclusive por encima de las leyes de monopolio de Puerto Rico, incapaces de enfrentarse al poder económico en defensa del pueblo trabajdor puertorriqueño y la calidad de vida de nuestras comunidades.

Las entidades empresariales, políticas y gubernamentales que se han podido expresar a favor de estos acuerdos en nuestra isla y de la idea inaceptable de establecer el secretariado del ALCA en San Juan, lo han hecho irresponsablemente a espaldas del pueblo puertorriqueño, traicionando el principio fundamental en la democracia de la participación popular para decidir en cuanto a su destino politico-económico. Tratados que obvian alternativas solidarias, de conservación y preservación de los recursos naturales, e identidad, cultura y soberanía de nuestros pueblos no son bienvenidos en nuestra Isla. No más porque lo sobrevivimos, no más porque ha demostrado ser un fracaso para el desarrollo social de hermanos países como México, los obreros en Estados Unidos y Puerto Rico, no ahora, no después. Estos atentados contra nuestros pueblos intentan lograr el control de las economías de los países de todo el continente. Expresado así podría creerse que el ALCA aportaría algún beneficio a nuestros pueblos pero nada más lejos de la verdad. Si esto fuera cierto: ¿Por qué se negocia a espaldas del pueblo? ¿Por qué se negocia en secreto con los respectivos gobiernos y representantes de las grandes corporaciones? Es claro, que de otra manera no lo pueden implementar, por eso todas las alternativas de expresión y participación del poder popular serán utilizadas para rechazar estos intentos y asegurar el desarrollo social pleno, justo y alternativo de Nuestro Continente.

No ofreceremos imparcialidad y neutralidad ante las injusticias de estos tratados discutidos en cuartos obscuros, que benefician a corporaciones multinacionales abriendoles libre camino para apoderarse de los recursos de nuestros pueblos. Puerto Rico no tiene representación directa en estos procesos por nuestra relación colonial con un gobierno foráneo por esto y más nos oponemos a cualquier intento de propagar por Nuestra América el desastre comprobado de acuerdos de 'libre comercio', el TLC o cualquier otro grandilocuente nombre que intente esconder el sometimiento en el atolladero de la dependencia, el desempleo, la insalubridad, y la profundización de las desigualdades entre nosotros todos.

En nuestro compromiso reafirmado por toda Nuestra América de integración solidaria de los pueblos, planteamos la necesidad urgente de una ruptura completa con el sistema de dominación actual y aceptar en su lugar el desafío de una integración y una globalización basada en los valores del respeto a la diversidad cultural y nacional de los pueblos y a la colaboración solidaria entre ellos. Planteamos no solamente la denuncia y la lucha contra el proyecto imperial que se expresa en el ALCA, la deuda externa fraudulenta de hermanas naciones y la creciente militarización, sino también la construcción concreta de una integración alternativa basada en el derecho de los pueblos al desarrollo así como nuevos modelos respetuosos del medio ambiente natural, basados en la equidad de género, justicia obrera, y el respeto de los derechos humanos que sean capaces de garantizar una existencia humana digna para todos y todas en el ambiente de justicia, hermandad y paz enfatizando la lucha contra la exclusión social y la pobreza. Oponiendonos al fracaso de libre comercio nos encaminemos unidos a un continente que clama justicia a trabajar en la creación de mecanismos para crear ventajas cooperativistas entre las naciones que permitan compensar las asimetrías existentes entre los países del hemisferio, la cooperación de fondos compensatorios para corregir las disparidades que colocan en desventaja a los países débiles frente a las primeras potencias y corporaciones privadas, priorizando la integración latinoamericana y caribeña y a la negociación en bloques sub-regionales, abriendo nuevo espacios de cooperación, democracia participativa y protagónica, solidaridad, igualdad y justicia para todos los habitantes de Nuestra América.

Estamos claros. Caminemos por la orilla.

 
 

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